ARQUIDIÓCESIS

Colores en un dia gris, entrega de insignias y Corpus Christi en La Paz

Niños y adolescentes de la ciudad realizaron su consagración a la obra en esta mañana gris. La ciudad de La Paz se vistió de colores misioneros para la entrega de insignias de la Infancia y Adolescencia Misionera, en el marco de la celebración de Corpus Christi.

Publicado el 22/6/2025

En un día que pintaba completamente gris, la fe de los niños y adolescentes de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz, junto a los de las capillas Santa Rita y Nuestra Señora de Fátima, llenó de colores y alegría una celebración que quedará en el corazón de toda la comunidad.

Este domingo 22 de junio, la comunidad se reunió con entusiasmo para la entrega de insignias de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM). La celebración tuvo lugar en la Capilla Nuestra Señora de Fátima, ubicada en el acceso norte de la ciudad de La Paz, en el marco de la solemnidad de Corpus Christi, fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo. La jornada incluyó una misa y una procesión por los alrededores de la capilla., que expresó públicamente la fe y el amor a Jesús Eucaristía.

Recibieron sus insignias los integrantes de la comunidad parroquial Nuestra Señora de la Paz, junto a miembros de las capillas Santa Rita y Nuestra Señora de Fátima. Cada niño y adolescente recibió con alegría los símbolos propios de la IAM, signos visibles del camino recorrido y del compromiso misionero asumido. Fueron momentos cargados de emoción tanto para los animadores como para las familias, que llenaron el templo y acompañaron con orgullo cada paso de sus hijos.

Además, recibió también su insignia el Pbro. Damián Retamar, asesor parroquial de la IAM, quien presidió la celebración eucarística y fue reconocido con afecto por toda la comunidad.

"Acá el día estaba muy gris, lloviznaba más en un momento, pero la verdad que le pusimos mucho color, mucha risa. Hicimos de Corpus un momento especial para toda la comunidad, todo el barrio, la familia que fue, la familia de todos los gurises", compartió una de las animadoras, visiblemente emocionada por la jornada vivida.

A pesar del cielo encapotado y la llovizna, la entrega de insignias y la procesión con Jesús Sacramentado llenaron de calor y sentido una mañana distinta. Una vez más, quedó claro que la misión no se detiene con el clima, y que la alegría del Evangelio se vive en comunidad, con la familia al lado, en la calle, y en el corazón de cada niño, niña y adolescente que dice “sí” a Jesús.

Sigamos acompañando y caminando juntos como Infancia y Adolescencia Misionera de la Arquidiócesis, viviendo como familia cada una de estas instancias de comunión, en cada rincón de nuestra diócesis.